Mujeres… las mujeres somos simple y sencillamente humanas.  Tenemos buenos y malos momentos.  Amamos, vivimos al máximo y somos fuertes, yo diría que hasta la más oprimida es fuerte.   Y nos hemos sometido, durante mucho tiempo a designios sin sentido, como que debemos estar a la sombra del hombre, que detrás de un gran hombre hay una gran mujer (pero a la sombra), que somos la mitad de alguien más, que si no nos casamos o tenemos hijos a determinada edad ya nos dejó el tren.

BAH!!!!! y sí, en mayúscula cerrada porque es un grito.   Amadas congéneres, vamos a cambiar ese chip.

Primero, yo no nací para vivir a la sombra de nadie. Ni para ser la gran mujer detrás de un gran hombre.  Nací para ser yo, más nada.  Con mis múltiples defectos y virtudes.  No quiero estar detrás del triunfo de nadie, me alegra infinitamente que todos logren sus sueños, pero son suyos y ya.   Yo me ocuparé, por lo menos trataré de lograr los míos.    Cada quien debe vivir su propia vida; muchas veces servimos de apoyo, de guía, de inspiración, aportamos a la vida de otros; y que bueno que podemos hacerlo por que todo eso nos sirve para nuestro propio crecimiento.   En lo particular, me hace muy feliz empujar a otros a lograr sus sueños; me hace sentir útil de alguna manera.  Y también me encanta ver a la gente feliz!!!.

Segundo, no soy la mitad de nadie.  No quiero serlo.  Yo nací completa.  Creo que una pareja debe complementarse pero jamás completar a la otra.  Por eso defiendo el hecho de que cada se humano debe desarrollar sus habilidades, trabajar en sus defectos, trabajar por lograr sus anhelos más íntimos.  No vayamos por la vida buscando a otra persona que nos haga feliz, eso es tirarle una gran responsabilidad a otro.  Somos responsables de nuestra propia felicidad, es una decisión diaria.

Tercero, ¿por qué si decido no casarme, o no tener hijos quiere decir que estoy mal?.  Tengo amigas que, responsablemente, decidieron no tener hijos, y son mujeres completas, felices, no les hace falta naaaadaaaa.   Tener hijos es una decisión personal.   Si a una mujer no le gustan los niños, ¿Cuál es el problema?.  Las aplaudo y felicito por haber ido en contra de la sociedad, siguiendo estrictamente sus deseos.

Tampoco estoy de acuerdo con el rol que me otorga la sociedad: Mujer=Ama de casa. Pues no me gusta limpiar, ni cocinar, ni lavar.  No me gusta y punto final.  ¿Por qué si yo trabajo fuera de casa, es mi obligación venir corriendo a cocinar y limpiar la casa?  Me parece terriblemente injusto.   Yo me liberé ante eso hace rato.

Lo más triste es que, muchas veces, somos las mujeres quienes asignamos esos roles.  Desde niños inculcamos a los hijos que le corresponde a las niñas ayudar en la limpieza, cocina y quehaceres de la casa, a los niños le asignamos tareas más «acordes» como sacar la basura, cargar paquetes.   Ni decir de los juguetes que les compramos: muñecas a las niñas, carritos a los niños.

Necesitamos hacer cambios para lograr una sociedad más justa, empecemos por nosotros mismos, aseguremos un mejor lugar para que nuestros hijos vivan. Yo empecé ya!