No vayan a pensar que soy una antipática, grosera o creída.  No, para nada.  Pero hay un tema con el que casi todos los días tengo que lidiar: la violación a mi espacio personal.

«El espacio personal se entiende como el espacio virtual que rodea a las personas, este espacio permite interactuar con las demás personas de manera cómoda y adecuada en función de las circunstancias», Wikipedia

No entiendo porque las personas en la calle tienen la pésima costumbre de acercarse más de lo debido…¡Violando mi espaci0!

Muchas veces, pero muchas, he estado en una fila (dónde sea que se haga fila pasa lo mismo) y siento que la persona que está detrás de mi me respira en el cuello. Ufff! que desagradable.  Es allí cuando me volteo y le lanzo una mirada de fuego, increíblemente eso no funciona con todos.   Algunas veces hasta hago la fila de lado, y así me convierto en guardiana de mi espacio.

Señores, por favor! ese espacio es mío, solo mío y yo decido quien entra allí y que tan cerca podrá estar.  Respeten eso.  Me ha pasado que con solo balancearme un poco tropiezo a la persona que me sigue en la fila; ¿cómo es posible que no les incomode tanta cercanía con alguien totalmente desconocido?

Claro que hay lugares donde el espacio personal se vuelve nada, por ejemplo cuando te quieres subir al metro a las 5:30 de la tarde.  Allí o te pegas a los demás o te quedas hasta las 10 de las noche cuidando tu espacio.  Tampoco soy tan maniática para hacer eso, pero cuando existen las posibilidades lo defiendo.

Tampoco me hace ninguna gracia esos jueguitos que te ponen a hacer en los talleres para romper el hielo.  Confieso que son instantes en que quiero ser invisible, así como Harry Potter y su mantita. Hace poco en uno de esos «derretimientos» de hielo me pusieron a sobarle la cabeza a la persona de adelante, y la punta de la nariz, y las orejas!!!!!!!!!!  Ayyy no, como sufrí.  Lo disimulé muy bien claro, pero sufrí por dentro, yo quería salir corriendo; bueno, nadando porque fue en una piscina.

El punto es que me declaro loca por mi espacio personal, y está bien duro que haga nuevas delimitaciones.  He dicho!