Todas las comparaciones son odiosas, no cabe duda; pero hoy quiero referirme a una que sale a relucir cada vez que alguien pide un aumento: la alusión al aumento del salario de los policías. Estoy convencida que todos los que trabajamos merecemos un salario justo, eso incluye los aumentos cuando así lo amerita. Entonces, no veo la necesidad de criticar el aumento a las unidades policiales para justificar el aumento a los educadores.
Me disculpan, pero no hay punto de comparación. En el 2009 las unidades entraban a la institución ganando 390 dólares!! Sí, 390 dólares por arriesgar su vida todos los días, a cualquier hora. Fue más que justo el aumento que se les otorgó durante el gobierno de Ricardo Martinelli, y es más que justo el aumento que ahora se les prometió.
No digo que los educadores no trabajen, ni que no se sacrifiquen, simplemente digo que no es justo comparar.
Los policías trabajan de lunes a lunes, los demás tienen libre, mínimo el domingo. Mientras todos nos vamos a disfrutar de los días libres, como los feriados nacionales, las unidades intensifican su presencia en las calles justo esos días. Navidad, Año Nuevo, fiestas patrias, son los días en que más trabajan. El resto lo pasamos con nuestras familias, paseando o descansando.
¿Y que decir de las jornadas de un día? Todos trabajamos 8 horas, y si trabajamos algunas más las pagan como extras. Los policías no, sus turnos son de 12 horas, con suerte. Encima esas 12 horas las tienen que hacer bajo el sol, o bajo la lluvia, eso da igual. No importan las condiciones del clima, igual deberán presentarse y hacer su turno donde se les asigne.
Y las vacaciones, ay de las vacaciones. Todos usamos nuestras vacaciones y las planificamos con nuestra familia. Las unidades están expuestas a que sus vacaciones se les suspendan sin preguntar si tenían algún plan. Ahhh y sin chistar. No hay reclamo.
Pero no sólo eso. Viven con la vida en un hilo. Ellos salen de sus casas sin saber si podrán volver. Es cierto que nadie tiene la vida comprada, y que ninguno de nosotros puede saber si volverá a casa, pero en el caso de los policías esa posibilidad aumenta 100%.
También dicen que los policías no tienen estudios. Falso! Eso quizás fue así hace muchos años. Hoy día para llegar a ser agente deben, además de tener el sexto año de secundaria, pasar por el Instituto Superior Policial (ISPOL), donde obtienen un grado técnico con especialización. Muchas de las unidades policiales tienen carreras universitarias, abogados, sicólogos, ingenieros. Muchos hablan más de un idioma.
Que hay malas unidades, si!. Que hay que depurar la institución, si! Pero son más de 18 mil hombres y mujeres, con una mayoría aplanadora de gente con vocación de servicio, de amor a su Patria.
Con esa odiosa comparación estamos menospreciando a esos hombres y mujeres que todos los días salen de sus casas con el objetivo de cuidar la vida de otros, la vida de gente que jamás conocerán. Con una alta posibilidad de no regresar jamás, de no ver crecer a sus hijos, de dejar solas a sus familias.
Defendamos el derecho de todos a tener una vida mejor, pero sin menospreciar a los que ya se le ha hecho justicia.