Por nuestros hijos, ya no más!

La educación en Panamá está en coma.  Y a ninguno de los que puede hacer algo al respecto parece importarle.

Hubo un paro, se firmó un acuerdo de fin de huelga y ya, los educadores salieron con el aumento.  Bueno, supongo que el presidente tenía prisa en acabar con el problema, al fin y al cabo el Papa no pospondría su visita a Polonia por un paro en Panamá; había que alcanzarlo a como fuera lugar.

Pero a lo que vamos, resultante del paro: niños sin clases;  aumento para los educadores y cero supervisión.

Desde que tengo memoria profesional (inicio de mi carrera como periodista) vengo escuchando de mesas y comisiones que se establecen para tratar el tema educativo, de eso hace más de 25 años!! 25 años hablando, hablando, hablando y hablando.   Mesas y comisiones patrocinadas por cuanto organismo internacional puedan existir.

No tengo la más remota idea de cuándo será que empezarán a ejecutar.

No levantamos el vuelo, estudiamos 12 años de inglés y no pasamos del Verb To Be.  Los que podemos pagar una escuela privada, haciendo un gran esfuerzo, lo hacemos sin dudarlo.  Pero ¿Qué de las familias que no pueden hacerlo? Los estamos condenando a vivir por siempre en la mediocridad.

Yo estudié en escuela pública, al igual que mis hermanos.  Somos testigos de las serias deficiencias que se presentan.  Ahora soy madre, y veo con dolor que lejos de haber mejorado hemos empeorado.   Los educadores, con sus excepciones por supuesto, no tienen una buena preparación.  Muchos tienen faltas ortográficas imperdonables; otros desconocen la materia que dictan en los salones de clases, transmitiendo información errónea a los estudiantes.

Soy de las que piensa que en las escuelas de Panamá, asesinamos la creatividad de nuestros jóvenes desde el día 1.   Como «kit» de entrada en el primer día de clases de su vida, los educadores le entregan una gríngolas (ese aparatito que el ponen a los caballos para limitar su visión) a cada niño.

Y allí acaban con la posibilidad de pintar árboles morados, dibujar un bosque donde los animalitos hablan o combinar los cuadros con las rayas.  Mataron, desde su primer día en la escuela, el sueño de ser el mejor pintor, el empresario más exitoso, la futbolista ganadora del balón de oro.

Young aviator

Dejemos volar su imaginación, miremos con ojos de niños y revivamos la chispa de la creatividad

Es difícil luchar para que tu hijo entienda que no es bruto porque no le gustan las matemáticas, y más duro aún luchar para que el resto del mundo no lo tilde de mediocre por no irse en la corriente de lo que la educación panameña ordena que es lo correcto.  Nos falta mucho, mucho en los menesteres de la educación.

Exijamos que los educadores sean sometidos a pruebas anuales, que se les obligue a estudiar, a actualizarse en la tecnología.  Que quien no lo acepte simplemente salga del sistema y punto.  Necesitamos maestros y profesores comprometidos con la educación, con el futuro, con nuestros hijos.  No hay otra forma de salir de esta podredumbre, no la hay.

Me pregunto, ¿por qué si tanto nos gusta copiar las costumbres foráneas, no nos copiamos también los modelos exitosos en la educación?

Finlandia a ocupado el primer lugar durante mucho tiempo en este campo.  Un país en donde ninguno de sus niños inicia su etapa escolar antes de los 7 años, donde es prohibido quedarse callado en clases, donde los niños salen de primaria dominando 4 idiomas, entran a sus aulas a las 9 de la mañana para que descansen correctamente, pasan menos tiempo en las aulas y casi no dejan tareas escolares.  Un sistema que pondera las habilidades de los jóvenes, distintas todas.  Un sistema que los invita a explorar, a leer, a investigar, que motiva su creatividad.

De verdad, y casi al borde de las lágrimas.  Copiemos modelos exitosos, adecuemos a nuestro país lo que haga falta, pero ya no experimentemos más!, ya no hablemos en mesas y comisiones, ya no busquemos más la fórmula del agua tibia.  Ya no más.

Deja un comentario