No tenía intención de tocar el tema del video sobre trabajo infantil que todos critican.  Sin embargo, ante la cantidad de comentarios que he escuchado y leído, decidí opinar.

Señor presidente, con todo respeto, debe reconocer que se equivocó.  Usted o sus asesores.  No dudo que su intención fue buena, pero no supieron plasmar en ese corto vídeo lo que intentaban decir.

Las imágenes hablan solas, muestran a una niña en una casa que parece ser la suya, haciendo labores del hogar.  Barre, limpia, pone a lavar la ropa y trapea.  Ajá, y entonces? Cuál es el problema?  Dónde está el trabajo infantil reflejado allí?  Lo siento, pero el mensaje es completamente diferente al que quisieron emitir.

Sepa que el trabajo en casa es una forma de disciplinar a los niños.  Nosotros, la gente pobre, que no tiene doméstica es su casa hace esto todo el tiempo, distribuye el trabajo de la casa. ¿Dónde está el problema?

Hoy día soy una profesional, gracias a mi madre que supo educarme y guiarme por el mejor camino, y cuando era niña debía ocuparme de cosas de la casa, cocinar, planchar mis uniformes, lavar mi ropa.  Mi hermana se levantaba muy temprano, antes que todos, para barrer, trapear y arreglar la casa; debo decir que hoy día mantiene esa costumbre.

Me encantaría saber quién lo asesoró en esto, porque con su vídeo reflejó la realidad de miles de hogares en Panamá, donde los niños tienen la obligación de compartir el trabajo con sus padres.  No por maldad, sino porque en las familias todos tienen derechos pero también deberes.

Rectifique, es fácil.